“Melting Pot” vs. “Salad Bowl”

Este semestre, en Psicología Social, la profesora nos introdujo la dinámica que se da en Estados Unidos con los inmigrantes vs. la dinámica que “La Gran Nación” debería adoptar.
Estados Unidos es un “Melting Pot”. A esta nación llega gente de todas partes del mundo, en búsqueda de una mejor calidad de vida. Esta noción les suena ideal… hasta que llegan allí. La crisis a la que se enfrentan muchos inmigrantes es la presión que tienen a conformarse o acoplarse con la cultura y el estilo de vida norteamericano y a la vez no querer desprenderse de sus raíces. Al pasar las generaciones, se pierde poco a poco la cultura original y cada vez más, la familia se ve americanizada. Todo sea para que a cada individuo se le trate por igual… Esto es un grave error. No somos iguales y la variedad que existe entre países es inmensa. Ignorar estas diferencias y medir a todos de la misma manera no es respetar la diversidad. Los Estados Unidos debe aspirar a ser un “Salad Bowl” en el que se encuentra de todo un poco. Lo ideal es que uno se familiarice con las distintas culturas, las respete y las acepte y no las trate de cambiar.

Soy de Puerto Rico, un Estado Libre Asociado con los Estados Unidos de América. Llevamos siendo colonia desde finalizada la Guerra Hispanoamericana en el 1898. Con la americanización cada vez más inminente, cualquiera diría que ya nos sentimos parte de la metrópoli… pero no es así. Muchos de los puertorriqueños nos enfrentamos a una crisis de identidad terrible. Escuchamos música americana; estamos al tanto de la farándula que concierne a los artistas de Hollywood; comemos en McDonald’s y en otros “fast-foods” en vez de ir a una fonda en la cual compras biftec, arroz con habichuelas y tostones por $5; las filas larguísimas en Krispy Kreme en vez de ir a una panadería o repostería que lleva años de años en el pueblo; el Spanglish… No apoyamos lo de aquí, no propiciamos la conservación de la puertorriqueñidad, que cada vez se ve menos.
Ahora… Tomamos Medalla en vez de Coors Light; un jangueo sin Reggaeton no es un jangueo; se nos infló el pecho cuando Carlos Arroyo levantó su camisa, que decía Puerto Rico, cuando le ganamos al “Dream Team”; estamos de acuerdo con que la Navidad en Puerto Rico es mucho más sabrosa, con las parrandas, el lechón asao’ y el coquito; ponemos la mano en el pecho cuando escuchamos “La Borinqueña” y la bajamos cuando escuchamos “The Star-Spangled Banner”…

Y el pueblo votó a favor de la estadidad en el referéndum de las elecciones del 2012…

Por más americanizados que estemos, no logramos acoplarnos con los estadounidenses. Para ellos, en general, somos Latinos del montón, vagos, hacemos mucho bochinche… Pero no todo es malo, porque también llevamos la música por dentro, somos mucho más relajados, hospitalarios… Aquí hay quienes los ponen en un pedestal, y no descarto que tienen muchas cualidades admirables, y hay quienes los consideran fríos, impacientes, y sabes a lo que me refiero.

Este es el único país donde sentir orgullo y amor a la patria es visto, a veces, como absurdo y ridículo… pero maldecimos a quien hable mal de ella.